Almas sombrias,
pequeños chupópteros
intentando robar la luz divina
que emana de nuestra presencia,
¡Pobres almas perdidas!,
luchando por aferrarse
a un pequeño destello
entre tanta oscuridad
Se acercan
Con delicadeza
fluctuando entre
los fantasmas
queriendo invadir
utilizando el viejo pretexto
de la amistad
-Ya vi mejores amigos matarse
y quieres que confíe en ti pequeña sombra?
Pecando de buena fe
abrazo la causa
consuelo esa alma
y comparto mi luz
para alumbrar también su camino
en un afán de dividir mi pan con el prójimo
-Ya sabes, los fuertes debemos ayudar a los débiles
-Si, pero no ahogarnos con ellos.
Tanta es la sombra
de un cuerpo
cargado por el tiempo y el deambule,
que se acaba tergiversando
en una realidad inexistente
capaz de engañar hasta al más cuerdo.
Sin embargo
mi luz es más fuerte
mi luz es más fuerte
y sigo alimentando
a ese pequeño ser desgraciado
creyendo que un día
podrá brillar con su propia llama
y guiar a otras almas perdidas.
En aquel esfuerzo
me olvido
de que aquel brillo que nos guíaba
siempre fue mio
Y empiezo a entristecer,
a sentirme pesada...
Veo otras luces pasar
y las envidio
-Ya fui luz como tú, pero el mundo te apaga, la vida te consume.
¡Tanto,
que acabaría comprando
al precio más alto
un poco de luz
de aquella que me sobraba!
Siento un barullo fuerte
en la cabeza
que nunca se calla
una rabia contenida,
una sumisión forzada
que me incomoda.
De repente
una joven alma se acerca
bonita e imponente,
Tan fuerte que me deslumbra
Y me hace recordar
aquellos días en los que yo también
portaba una espada en la mano
como San Jorge y su caballo
y mataba un dragón por día.
DESPIERTO!!!
-A la lucha Queen porque tu llama no se apaga!
Alba Santos
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